No cabe duda de que lo Vintage está de moda; y es que muchas cosas que hemos utilizado en nuestra infancia son ahora objetos de deseo, valorados y codiciados. Estas maletas son como las que utilizaban nuestros padres para llevar de un lado a otro su equipaje en sus viajes, quien hubiera dicho entonces que un día las veríamos convertidas en unas camas para gatos de aire retro…
La transformación no tiene mucho misterio, se aprovecha solo una de las partes, eliminando la tapa, y se atornillan unas patas en la base. Un cojín mullido hecho a la medida de la maleta y la cama está servida.
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